Educación Universitaria

A instancia de los empresarios aglutinados en el CONEP la sociedad dominicana se apresta a firmar un nuevo pacto por la calidad de la educación dominicana. El primer ejemplo de este tipo de acuerdo fue firmado a raíz del Congreso del Plan Decenal en la década de los noventa y tenía pòr finalidad practicamento los mismos elementos que hoy se discuten: , rescate de la calidad de la educación,  dignificar a los docentes con mejores salarios y condiciones de vida, mejoramiento de la calidad de vida del educando, modernización de la administración escolar. En esta oportunidad se propone también la despolitización del sistema educativo y que sus recursos humanos sean contratados por concursos transparentes.

La idea del pacto es buena y todos debemos apoyarla. Sin embargo, es bueno valorar lo acontecido con el pacto anterior. Uno de los puntos básicos de ese pacto era aumentar significativamente los recursos destinados al sector  y apoyar las iniciativas en curso como la Ley de Educación, aprobada posteriomente, en la cual se estableció como lo ideal el 4% del PIB, o el 16% del Presupuesto de Gastos del Gobierno para el sector . A casi veinte años del pacto, los recursos destinados al sector no han mejorado sustancialmente y en gran medida esta es la causa eficiente  que explica los bajos resultados del sistema educativo dominicano.

En lo que se refiere a la calidad de la educación se precisó la importancia de establecer las Pruebas Nacionales como mecanismo para impactar en el mejoramiento de la calidad. Hoy estas pruebas se han revelado como insuficientes para resolver el problema de los bajos resultados que obtienen nuestros estudiantes en los diferentes grados  del sistema educativo y su legitimidad social es cada vez menor. En lo que se puede considerar como avances notables de este punto está la democratización en el acceso de los niños desde el preescolar hasta la secundaria. En esta materia la sociedad dominicana ha hecho un enorme esfuerzo. Pero la calidad de la enseñanza en vez de crecer se deterioró sustancialmente como un efecto negativo de la democratizaciónde la enseñanza.

No cabe dudas de que la calidad y cantidad de recursos puestos a disposición de los alumnos y docentes ha mejorado sustancialmente. De la ausencia casi total de libros de textos en la década de los noventa, pasamos a disponibilidad universal de los mismos y su gratuidad en la educación pública. También, las aulas lucen equipadas y en mejores condiciones que antes.

No obstante, el elemento fundamental para que se pueda aprovechar la disponibilidad de recursos en el proceso docente, que es la capacitación de los docentes, ha sido el talón de Aquiles. Los docentes no han sido capacitados adecuadamente para asumir sus responsabilidades, sobre todo, después de la Transformación Curricular del año 1993. En la formación de los docentes se han cometido errores graves. El pensum de formación hace énfasis en los requerimientos de los  niveles en donde deberá ejercer el graduando y en su didáctica y no en los contenidos disciplinarios establecidos en el currículo. Se pierde de vista que lo importante del que ejerce la función docente es saber, conocer, principalmente, lo que deberá  enseñar en el aula y la didáctica que le es propia.

De los aspectos contemplados para mejorar las condiciones de vida de los alumnos, el desayuno escolar es el que ha tenido un mayor desarrollo. Es un programa que alcanza a todos los niños en los niveles incial y  básico del sector público. No obstante, se han hecho críticas importantes sobre la calidad de los alimentos que se ponen a disposición de los alumnos y los mecanismos de contratación de las empresas que lo sirven. En lo que se refiere al ropero  y la mochila escolar, son programas de poco impacto en la realidad social de nuestros alumnos.

El Programa de Modernizaciónde la Administración Escolar contemplaba el mejoramiento de la supervisión, disponibilidad e materiales gastables para los docentes, mantenimiento de la infraestructura escolar y un programa de emergencia para la educación de los adultos. De estos aspectos el más importante era el plan para ” redescubrir el Nuevo Mundo liberando a la República Dominicana del Analfabetismo”, que por su naturaleza debía ser contemplado dentro del programa recate de la calidad de la educación y no como una simple medida administrativa. De hecho, todavía el 11% de la población dominicana está en la condición de iletrada.

Pienso que el nuevo pacto tendría una mejor suerte si en primer lugar se estableciera un plan de desarrollo a largo plazo consensuado entre los diferentes sectores de la sociedad dominicana, que sea de obligatorio cumplimiento pora las diferentes fuerzas políticas del país en el ejercicio del poder público, ya que esta ha sido la gran debilidad de la gestión educativa del país. Cada administración entiende que lo hecho por la anterior no es válido y hay que hacerlo de nuevo y, sobre todo, con nuevos actores. Se pierden así valiosos recursos humanos y financieros.

Es por lo anterior que estoy totalmente de acuerdo con el hecho que pacto contemple, como aspecto fundamental, la despolitización del sistema educativo y evitar así los efector perversos que tiene sobre el sistema educativo el cambio de gobierno. Hay que entender, de una vez por todas, que al sector educativo hay que sacarlo de la esfera política y dejar que sean los planes , previamente consensuados, los que orienten las decisiones del sector. Hay que preservar que sean los técnicos que conduzcan la implementación de los cambios que el sisteme requiere y, sobre todo, garantizar los recursos presupuestarios que requiere la educacióndominicana.